Una de las cosas que me había atraído mucho desde que conocí las bicicletas plegables Brompton era la posibilidad de poder llevarla al supermercado y hacer la compra con la bicicleta plegada dentro del carro. Sobre el papel parecía algo real y factible, ya que por el tamaño que tiene la bicicleta plegada, el sistema de bolsa con carga frontal y los tamaños de los carritos de la compra no debía existir ningún problema en poder hacerlo.
Pero claro, toda la información que había encontrado en internet era con ejemplos en el extranjero, donde la cultura de la bicicleta está mucho más arraigada que aquí y donde seguro que es algo habitual. En España, en concreto, en la zona donde vivo yo, las únicas personas que van a comprar en bicicleta al supermercado son los inmigrantes subsaharianos, por razones de economía obvias, y los residentes alemanes por razones de educación, cultura, salud y conciencia social.
En ambos casos, todos dejan sus bicicletas en el exterior del comercio convenientemente aseguradas por candados y cadenas.
Como yo no paso por subsahariano y la Brompton de color naranja butano tampoco es muy abundante por estas tierras, únicamente me quedaba la posibilidad de pasar por un residente alemán.
Una vez que me decido a hacer una primera compra experimental, elijo para hacerlo una superficie comercial grande donde presuntamente debo pasar desapercibido. Aún quedaba el último escollo. Me quedaba convencer de la viabilidad del "shopping" a mi mujer, que es una "biciescéptica" convencida. Tras insistir y abandonarme a mi suerte, desplegué mi Brompton, coloqué su bolsa T-Bag y con la lista de la compra en el bolsillo me dirigí hacia el centro comercial.
Al llegar entre directamnte por el parking, donde tras plegar convenientemente la bicicleta la introduje en el interior del carrito y comprobé con gran alegría que la teoría era real. Ya estaba con mi bici en el carro y dispuesto a hacer la compra.
Comienzo a subir la rampa mecánica y noto las primeras miradas de asombro y los cuchicheos. Intento mantener la compostura y continuo con la vista fijada a la entrada del supermercado. Según me voy acercando veo como el vigilante de seguridad frunce el ceño al verme, pero me hago el desinteresado y entro con decisión entre los arcos de seguridad mientras el vigilante mira atónito al "residente alemán" que acaba de entrar en el supermercado con una bici... con algo dentro del carrito de la compra.
Me olvido de que llevo la bicicleta en el carrito y hago mi compra. Algunas miradas de asombro me recuerdan que llevo a la Brompton en el carro. Cuando llega el momento de pagar la cajera no puede evitar fijar la mirada en la bicicleta mientras me cobra la compra.
Salgo del supermercado en dirección al parking para dejar el carro. Mientras bajo la rampa mecánica no puedo evitar esa sensación de "orgullo y satisfacción" de haber podido hacer algo que sabía se podía hacer pero no lo había comprobado.
Una vez en el parking, tras bajar la bicicleta del carro y desplegarla queda el acomodar la compra dentro de la T-Bag. No hay penas, entra todo y sobra espacio. A modo de información, y siendo indiscreto, aunque sólo en aras de documentar, la compra consistía en lo siguiente: 4 botellas de cristal de 05.litros, dos latas de conserva de 350 gramos, 1 envase de salsa de 250 gramos, 1 paquete de pasta fresca de 350 gramos, 2 paquetes de pan de molde de tamaño grande, un paquete de pan de 6 hotdogs y paquete de pan de 6 hamburguesas.
Con la carga dentro de la T-Bag deshago el camino y de vuelta a casa. La bicicleta con carga se maneja muy bien, a penas es perceptible el peso mientras vas en movimiento. La dirección no se resiente y sigue muy estable. Donde si se nota el peso es en parado, cuando intentas maniobrar con ella, es pesada y has de moverla con cuidado o ira al suelo.
Como final de fiesta está la cara que puso mi mujer al verme entrar por la puerta con la compra hecha, eso no tiene precio.
Como conclusión, puedo decir sin género de dudas, no es que sea posible ir de compras con la Brompton, sino que es perfecta para hacerlo. Entra perfectamente en el carrito de compra estándar y el sistema frontal de bolsas de Brompton puede cargar sin problemas con casi todo lo que se compra habitualmente.
Yo lo he intentado en México en varias cadenas de supermercado; en cart-mode nunca me han dejado; y plegada dentro del carrito de compra, la mitad de las veces que lo he intentado me han dejado, pero para la siguiente visita ya no me dejan pasar. Y es otro problema intentar entrar a algún céntro comercial. Que bueno que tu brompton puede escolar mejor sus beneficios.
ResponderEliminarHola keitag, la verdad que tenía alguna duda, pero después de comprobar la bici plegada en el interior del carrito me di cuenta que con la Brompton se puede hacer perfectamente shopping. Un saludo y gracias por tu participación.
EliminarBuenas noches RAFAEL.
ResponderEliminarMuy gracioso este "post", aunque queda demostrado que una bicicleta "plegable" hace el mismo papel que un carrito de la compra "plegable", no es ni más ni menos, que la herramienta de transporte responsable de posibilitar el llevar la compra desde el supermercado hasta tu domicilio.
Yo he ido de compras por mi ciudad con mi plegable (en tiendas de calle), he metido la bicicleta en el comercio (sin plegarla), he realizado la compra y posteriormente he seguido mi camino a casa, y nunca me han llamado la atención por entrarla, si que es verdad que suelo preguntar si les molesta.
Creo que has acertado con esta BROMPTON, de momento te veo muy ilusionado, aunque nos debes todavía una salida de al menos 50 kilómetros para dedicarnos unas opiniones de su comportamiento.
Un saludo.
Hola Eduardo, me consta que en las grandes ciudades cada vez existe más conciencia ciudadana con la bicicleta, pero todavía quedan muchos municipios medios y pequeños que ni tan siquiera se plantean esos temas. La verdad que de momento, como dices, estoy muy ilusionado y contento con ella, pero he de reconocer que estoy poniendo muchos reparos para hacer una salida en carretera tipo deportiva como hacía con la Tern, pero por otro lado tengo ganas. Así que hay ando con la situación. Un saludo compañero.
EliminarBueno yo también lo acabo de probar y sin problema! aunque eso sí, me miraban raro pero nadie se ha atrevido a decirme que no podía llevarla.
ResponderEliminarHola, coincido contigo, la gente te mira extrañado, como si estuvieras haciendo una locura y mas de uno con ganas de decirte algo. En fin, queda mucho camino para conseguir afianzar la bicicleta en nuestra sociedad. Un saludo y gracias por tu participación.
EliminarMuy currado tu blog. Yo llevo comprando en el Aldi de mi ciudad (Callosa de Segura) unos 9 meses, 1 vez a la semana +- con mi plegable BFold 5 del Decathlon. Las primeras veces como dices, miradas curiosas de las cajeras y de los clientes, cuchicheos en la fila.. Ahora ya se han acostumbrado en la caja. El único cambio en mi actitud es que ahora le pongo la funda, por higiene, prefiero no meter las ruedas de la bici (de rodar por la calle) donde otros meterán su cena. No molesta llevarla y nadie se sentirá molesto. Las compras en bici son todo un descubrimiento.Un saludo
ResponderEliminarHola Jose Francisco, gracias por tu comentario en lo referente al blog, te lo agradezco. Me alegra ver como cada vez hay mas gente que tiene miras mas amplias con respecto al uso de la bici. Aplaudo tu postura en favor del uso de la bicicleta como medio modal urbano y me apunto lo de llevar la funda por higiene, muy bueno. Un saludo y espero seguir viéndote por aquí.
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