Mi vieja Razesa tras muchas horas de limpieza y pulido, muchas horas de buscar por internet las piezas que me faltaban, por fin ha quedado terminada. El resultado me parece muy bueno, por lo menos yo estoy muy contento de como ha quedado y la idea orginal de como quería que quedara. Quería mantener la esencia de la bici, con su pintura original, sus pegatinas gastadas por el uso, sus cromados, su cambio de marchas en el tubo, en fin, una bici retro pero actualizada.
De las piezas que fui limpiando y puliendo, algunas servirían. Es el caso del manillar, potencia, puentes de freno, dirección, horquilla y bielas. Aunque en un principio quise quitar el eje de pedalier y reemplazarlo por uno sellado, no puede hacerlo porque una de las roscas estaba literalmente soldada al cuadro. No obstante, pudimos cambiar eje nuevo y rodamientos.
También quise cambiar los platos de las bielas por uno de 50 y otro de 38 de 130mm BCD pero no pudo ser, ya que la medida aunque parecida no servía, siendo de 135mm BCD, por lo que el desarrollo al final se ha quedado en 52-42.
El material nuevo ha consistido en unas ruedas que me ha pasado mi amigo Loren, unas Giant PR-2, cassette de 8v Alivio 11-30, manetas de cambio Sunrace R80 de 8v, cambio trasero Shimano Claris, desviador Campagnolo Chorus, cadena KMC, fundas, cables, portabidon, cinta manillar imitación piel, zapatas de freno, manetas de freno Tektro, pedales Shimano PD-A520 y mi sillín Brooks B-17 Imperial Honey que mi abnegada Brompton ha entendido que le sentaba mejor a la vieja Razesa.
Como todo material con 30 años de antigüedad ha ofrecido algún problemilla durante el montaje, como la tija que no quería salir y la nueva aun siendo medida con un Pie de Rey tampoco quería entrar. La tija ha sido uno de los extremos que mas quebraderos me ha dado ya que la medida era de 26mm y no tenía muchas opciones en formato clásico y las pocas que encontraba eran muy cortas. Al final encontré una Tija de la marca "Uno" de 300mm que con paciencia, toalla y maza de goma ha conseguido entrar.
Resultado final:
Como no podía aguantar más, esta tarde he salido con ella y he hecho unos 40 kilómetros. Las primeras sensaciones han sido muy extrañas. La posición me resultaba algo forzada, no es de extrañar circulando un año y casi 9000 kilómetros con una Brompton. Pasados los primeros 10 kilómetros la cosa fue mejorando y la posición era agradable. Los desarrollos fueron otro extremo que tampoco me acordaba y mover el plato de 52 ha resultado toda una aventura. El cambio funciona de maravilla y las manetas además de preciosas engranan a la perfección. Ha sido toda una experiencia volver a circular en una bici antigua con toques modernos. He disfrutado y creo que haremos muchos kilómetros juntos.