Llevaba bastante tiempo buscando un sistema de iluminación frontal que cumpliera con mis expectativas y necesidades. No tengo previsto viajar de noche, pero si que suelo salir muy temprano y pedaleo una o dos horas mientras amanece. En verano también prolongo algo más las salidas al atardecer y pedaleo alguna hora en la oscuridad. Necesitaba por tanto un sistema de iluminación compacto, fácil de instalar y quitar y con una buena potencia de luz. Otro punto que consideraba importante era el sistema de carga. Si además el sistema de iluminación fuese a batería recargable sería completamente perfecto.
Había encontrado varios sistemas con estas características y al final me decidí por la linterna de led Lezyne Micro Drive Front.
Elegí la terminación en plateado porque tiene un estilo más clásico y me gustaba más para utilizar en mis dos bicicletas (Brompton y Razesa). Lo primero que llama la atención cuando la tienes en las manos es su pequeño tamaño y su poco peso (unos 50 gramos). Cabe en cualquier sitio y colocada en el manillar no abulta ni estorba nada. Tiene un aspecto sólido y la terminación en aluminio mecanizado le confiere calidad. El extremo contrario a la luz es de plástico y va roscado ocultando la entrada Usb para cargar la potente batería que llega a ofrecer hasta 200 lumens.
Junto a la linterna viene una base de plástico y una brida gruesa de goma para instalarlo en el manillar. En mi caso, la he instalado en mi vieja Razesa que tiene un manillar de 25.4 mm y queda perfectamente fijada. La linterna encaja con algo de dificultad, pero a cambio no se mueve en absoluto.
El sistema de encendido y apagado es a través de un botón de goma que hay que mantener unos segundos apretado. Ese mismo botón si se aprieta con una sola pulsación nos indica la carga de la batería (verde-completa; naranja-media; roja-límite). Mientras la linterna está encendida, el botón está iluminado y nos indica por medio de esos mismos colores como está el nivel de batería. El tiempo de carga según las instrucciones es de unas 3 horas y 30 minutos, y mientras carga el botón de encendido estará parpadeando en color verde hasta que quedé fijo que será cuando haya finalizado. En mi caso, tardó tres horas en cargar.
Tiene 6 modos de iluminación en los que usa diferentes lumens y por tanto tiene diferentes duraciones.
Sobre el papel todo es muy bonito pero hay que probarla. La mejor forma era llevármela de ruta y ver como respondía. Salgo en oscuridad y comienzo a rodar con la función "overdrive 200 lumens y es bestial. Parece increíble que ese pequeño "mechero" con bombilla emita ese chorro de luz. Alumbra un espectro muy amplio, casi dos metros de ancho y más de 5 metros. Permite rodar con garantías sobre el asfalto. Resulta muy cómodo regular la inclinación. Pruebo los modos "enduro" y "blast" de 100 y 150 lumens respectivamente y la diferencia no es muy apreciable. Para condiciones normales de oscuridad con el modo "enduro" puedes pedalear tranquilamente. En el modo "economy" de 50 lumens si es muy perceptible la diferencia. Este es un modo ideal para ir por ciudad de noche. Tiene una buena luz, pero para ser visto, no para iluminar el camino. Los modos "flash" son espectaculares, producen un destello que cualquier conductor lo verá des una buena distancia. Estuve casi una hora circulando de noche con el modo "blast" y unos quince-veinte minutos con el modo "flash". Durante ese tiempo la luz se mantuvo con el indicador en verde.
Como conclusión, decir que es una luz pequeña, ligera y muy potente. Con luz suficiente para circular de noche durante un periodo de 1 hora con garantías. Ideal para llevarla siempre y que no nos sorprenda la noche o poder salir de madrugada con tranquilidad. Se percibe que es de calidad y el cuerpo de aluminio le confiere solidez. Además, como remate final, el precio es muy ajustado, no superando los 40€. Creo que es una muy buena compra y una solución adecuada para condiciones concretas de falta de luz.
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