lunes, 10 de junio de 2013

X Cicloturista Martín Oliver, acabada con sabor agridulce.

Llego el día de la marcha y aunque durante la semana previa apenas pude salir a hacer kilómetros por carga de trabajo, tenía muchas ganas de disfrutar de un día ciclista. A las 07.30 horas quedé con Jesús y tras subir su bici al coche junto a la pequeñaja en su bolsa nos fuimos a Pechina donde teníamos la salida para recoger los dorsales.

Llegamos pronto y ya comenzaba el ambiente de ciclistas bajando sus bicis de los coches y peregrinando con aire cansino para ir a retirar el dorsal.




Ya con el dorsal, empezamos a prepararnos, poniendo los dorsales en la bici y en el maillot, vistiéndonos y ya me empezaba a dar cuenta que me había metido en una verdadera carrera de ciclistas y no una marcha cicloturista. Jesús no paraba de saludar a ciclistas que, o bien seguían corriendo en equipos o habían corrido a nivel casi profesional. Pero ya estaba allí y mi única intención era acabar.



El momento de la salida, fue con retraso como casi siempre, además aprovecharon para inaugurar el pabellón de deportes. Aunque me puse al final del pelotón en la salida, la Tern no pasaba desapercibida y era fuente de comentarios.








Salida controlada hasta Gádor donde se daría la salida.


Nada mas salir de Gádor, la gente comienza a tirar con todo lo que tiene, e inmediatamente me quedo en un grupo que tiene intenciones de terminar la prueba como yo y nos acoplamos. Comenzando a subir los Millares el ritmo es muy alegre, los que van por delante ya ni les ve.



Acaba la subida a los Millares comienza el Puerto importante de la prueba, el Ricaveral (17 kilómetros). Seguimos formando el mismo grupo y nos acoplamos todos a un mismo ritmo, sómos el último grupo importante de la prueba, por detrás quedan ciclistas dispersos. Jesús no me deja sólo ni un momento, y otro amigo de Roquetas, Fran, decide ir con nosotros.













Llegamos arriba y he ido muy bien toda la subida, he ido con la velocidad 3 sin haber usado todavía el piñon 28 ni el 32. Ya está hecha la mitad de la prueba y voy muy bien. He ido comiendo y bebiendo y afrontamos una zona de rectas hasta el punto de avituallamiento.






Después de comer un plátano y una barrita, subimos a las bicis y comenzamos la bajada de los catalanes que nos llevará hasta Alhabia y Albodoluy para afrontar la subida de Illar. Bajando es cuando empezé a notar que llevaba las piernas cargadas, creo que no fue buena idea el parar y debería haber seguido. Empiezo a ver como el grupillo desconecta y no puedo cogerlos, pero es cuando empieza la subida de Illar cuando las sensaciones de la bajada me dicen lo que pasa, el cuadriceps de la pierna derecha se me acaba de montar. Saco el pie de la cala y tras soltar la pierna vuelve a su sitio, pero cada vez que intento apretar con el desarrollo vuelve a pasar lo mismo.


La subida a Illar la afronto con todo el desarrollo y concentrado en las piernas, en todo momento planea el tirón y es aquí cuando Jesús y Fran no me dejan ni un solo instante, parecen mis escuderos. La subida se me hace durísima, estamos casi en el kilómetro 70 y por detrás llevo al coche escoba, soy el último, los que venían por detrás han abandonado.



Gracias Fran, no me dejaste ni un momento

Durante los siguientes kilómetros no dejaba de planear la idea de bajarme y subir al furgón, pero Jesús y Fran me decían que podía llegar. No se muy bien como pude pero conseguí llegar a Pechina, al punto de partida, no subiendo a la meta oficial en los Baños de Sierra Alhamilla, porque no podía subir los escasos 5 kilómetros que me quedaban. Para mí ha sido un reto llegar al punto de salida con una bicicleta plegable con ruedas de 20" y 9 velocidades. Me hubiese gustado la foto en la meta, pero no ha podido ser, por eso el sabor agridulce.

Gracias Jesús, sin tu ayuda lo hubiese dejado

Me quedo con el esfuerzo, con los amigos y con la camaradería de Jesús y Fran. Cuando llegué a Pechina, muchos me animaron por el mérito de haber terminado con esta bicicleta. Al final han sido:

86.3 kilómetros
En 3 horas y 50 minutos
A una velocidad media de 22.4 km/h
Temperatura de 32º C

4 comentarios:

  1. Buenas tardes RAFAEL.

    Te felicito por tu hazaña, lo importante es participar, y has demostrado tener valor al enfrentarte de esta manera a una prueba así.

    Es importante afrontar las cosas según vienen.

    Tienes que volver a intentar una aventura de este calibre, pero elige mejor a tus contrincantes, pues un profesional subido en una bicicleta competente, no es posible vencerlo.

    La parte dulce imagino que es el compañerismo demostrado por parte de JESÚS y FRAN, dos buenos amigos.

    Un saludo.

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    1. Hola Eduardo, gracias por los comentarios, pero el problema radicó en pensar que el ambiente sería más "cicloturista" y fue 100% competitivo. Yo no tenía intenciones de competir en nada y sin embargo me vi envuelto en una carrera con todas las letras. En fin, como bien dices, lo mejor el compañerismo y el sabor de una aventura en una bici plegable. Un saludo.

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    2. Hola amigo Rafa:
      Gracias ningunas, para eso estamos los amigos. Te portaste como un auténtico campeón, que pese a las fatigas que pasaste terminaste. De ese sufrimiento es donde se saca la inmensa mayoria de los buenos sabores de boca que da la bici, esos momentos de gloria. Supiste sufrir y regularte, cosa que pocos de este deporte saben hacer. Respecto a la marcha, si comentar que fue una carrera cubierta, no una marcha cicloturista, pero bueno, así están las cosas. Nos quedamos con lo bueno, la buena amistad, compañerismo, paisajes y ambientillo ciclista. ¡¡Un fuerte abrazo!!. A pensar en otra.

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    3. Hola Jesús, tú me conoces y sabes cuando lo paso mal sobre la bici, y estuviste en todo momento al lado. Sin palabras, como simpre eres de 10. Un abrazo amigo.

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