Cuando restauré la vieja Razesa no tenía muy claro el tema de los pedales. Por un lado quería poner algo que no desentonara mucho con el aspecto clásico general de la bicicleta y por otro lado me gusta usar pedales automáticos. Los pedales clásicos para usarlos con rastrales cromados y tiras de cuero, aunque me gustan mucho su resultado no me terminaban de convencer en la práctica. Por otro lado los pedales automáticos para bicicletas de carretera con sus enormes calas de plástico nunca me han gustado por diversos motivos. El primero ha sido siempre lo incómodo y aparatoso que resultaba el andar con ellos cuando no estabas subido a la bicicleta. Si además la superficie estaba húmeda, muy pulida o tenía suciedad la caída estaba casi garantizada.
Tras buscar por internet leí en algunos foros de ciclistas de larga distancia que ellos usaban pedales con calas de mtb para evitar lesiones y poder andar en su paradas. Tras investigar algo sobre el tema encontré la solución en los pedales Shimano PD-A520 SPD. Estos pedales se encuentran en el catálogo de Shimano como la primera opción para ciclismo de carretera, en concreto "road touring", pero utilizan el sistema de calas SPD tan habitual en el mtb.
Cumplían todos los requisitos que andaba buscando. En primer lugar eran pedales automáticos, en segundo lugar utilizaban calas spd, lo que me permitía usar zapatillas con las que podrían andar con normalidad y en tercer y último lugar tienen una estética muy clásica con un armazón de aluminio forjado totalmente cromado y que me gustaban para mi vieja Razesa. Para finalizar, un punto más a su fabor era su precio que ronda los 30-35 euros incluyendo un juego de calas.
En la práctica y tras 4000 kilómetros de uso me permite tener una opinión más cercana. Los pedales se regulan con facilidad por el clásico tornillo que según el sentido de giro dará más o menos tensión a la cala. Los regulé el primer día y no he tenido ningún tipo de desajueste, manteniendo la misma tensión desde entonces. La clave del pedal radica en la gran plataforma de metal o armazón que permite la misma porción de apoyo de pie que un pedal típico de carretera pero usando las minimalistas calas spd. Estas calas son una maravilla, ya que son muy fiables en condiciones de barro y agua, económicas, fáciles de sustiuir y con una larga vida de funcionamiento. Yo he escogido unas zapatillas Shimano de mtb con suela rígida con cierre de velcro con las que puedo andar sin ningún problema por cualquier superficie en caso de parada y además mantengo unas condiciones para el pedaleo óptimas. He realizado salidas de más de cuatro horas y no he sentido hormigueo ni dolor en ninguna parte del pie, cosa que si ocurriría con unos simples pedales de mtb ya que su superficie de apoyo es muchísimo menor.
Creo que son una buena compra para cualquiera que que quiera usar pedales automáticos en su bicicleta de carretera y o bien, ya tenga una mtb, pudiendo compartir las mismas zapatillas, o, quiera hacer algo de turismo y bajar sin problemas de la flaca.
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