Ayer 18-02-2017 participé en mi primera Brevet. Ha sido un acontecimiento personal muy importante que hasta hace poco solo me planteaba imaginarlo y que terminé con mucha satisfacción. Desde que descubrí el concepto "Randonneur" no he dejado de darles vueltas a poder practicar en alguna prueba de ese tipo de ciclismo que encajaba perfectamente con mi concepto y filosofía personal de entender el ciclismo. Durante los últimos años he seguido el consejo básico de un randonneur, kilómetros y más kilómetros y horas de sillín para poder llegar con garantías a este momento.
Ahora que ya está terminada la brevet es cuando entiendo todos los buenos consejos que compañeros en sus diferentes blogs compartían y que he llevado a la práctica pero que al final se resumía en uno recurrente, experiencia. La experiencia te permite valorar y tener perspectiva, adecuar tus necesidades y carencias a la realidad y en suma, mejorar para el futuro.
Mi primera participación ha sido con el Club Ciclista La Purísima de Murcia. La elegí porque era la prueba que más cerca tenía de mi localidad. La prueba empezaba a las 08.00 horas por lo que fue necesario hacer la noche del viernes al sábado en Murcia. Despertador a las 06.00 horas, desayuno, preparar todo y llegada para recoger la tarjeta de ruta.
La primera realidad al llegar fue que mi Old Razesa era una "rara avis", una clásica bicicleta de acero entre una multitud de carbono. La verdad que la percepción que uno tiene de los ciclistas randonneur al leer blogs y crónicas de otros países no tiene nada que ver con lo que me encontré. Todo eran bicicletas de carbono de alta gama, Garmin sin miseria y ruedas de perfil de alta gama por doquier. El aspecto era el de cualquier prueba cicloturista española, muy "pro".
Entre la gente localicé a Juan Carlos de Lorca que había conocido del foro de cicloturismo Rodadas. Aunque comenzamos juntos, su grupo iban muy fuertes y pronto nos separamos.
Yo había preparado mi bicicleta con su bolsa delantera para comida, su portamapas y una bolsa de sillín de 2.5l para herramientas y ropa. Aquí cometí mi primer fallo. Al ver que todo el mundo enfocaba la brevet como una salida un poco más larga me dejé llevar y quité la bolsa delantera y el portamapas. Posteriormente en ruta me di cuenta de lo útil que me habría venido la bolsa delantera y no llevar los bolsillos repletos de cosas.
Dos cámaras, desmontadores, parches, multiherramienta e impermeable |
Se inició la brevet y salimos de Murcia en grupo rodando tranquilamente hasta llegar a las primeras rampas, a unos 10 kilómetros de la salida donde el grupo se rompió de golpe y la gente empezó a exprimir sus máquinas sin piedad. En los primeros momento me acoplé dejándome llevar y seguí el ritmo que pronto me sacó de punto y siguiendo los consejos levanté el pedal y comencé a llevar mi propio ritmo. Enseguida contacté con mi compañero de ruta hasta el final, Jacinto un ciclista que venía de Doña Mencía (Córdoba) y que compartíamos ritmo y enfoque.
Los dos solos compartimos los primeros 50 kilómetros de la ruta, toda la zona de subida y entre charlas y compañeros que íbamos saludando nos encontramos formando un grupo de seis, tres ciclistas de Aljuber (Murcia) y un veterano randonneur participante en la última Paris-Brest-Paris. Entre almendros en flor y carreteras entre cortados sin tráfico llegamos al primer punto de control en Pinoso, ya en la provincia de Alicante, donde sellamos en una Farmacia.
Hasta este punto nos habíamos orientado relativamente bien Jacinto y yo con el rutómetro, pero gracias a que David llevaba un Garmin con gps, porque sino nos habríamos perdido más de una vez.
Al llegar al segundo punto de control en Yecla aprovechamos a un hombre encantador que tenía el taller abierto y entre charla, barritas y "pipis" nos selló, continuando camino hacia Jumilla.
El primer tramo transcurrió por una carretera en muy mal estado que nos machaco las cervicales hasta que al final volvimos a carretera con buen asfalto donde los relevos nos llevaron volando hasta el tercer punto de control en Venta del Olivo.
En Venta del Olivo no fuimos tratados muy bien al llegar y por unanimidad decidimos continuar unos kilómetros más y parar a comer en otro restaurante. Todo un acierto, nos trataron estupendamente y allí sellamos.
Con el bocadillo y la Coca Cola estábamos a unas dos horas de Murcia. Lo que quedaba era "teóricamente" con tendencia a bajar, pero todavía quedaban unos cuantos repechones fuertes. Finalmente a las 18.30 horas llegamos a Murcia y entregamos nuestras cartillas selladas con la satisfacción de haber concluido y el buen sabor de una magnífica jornada randonneur en excelente compañía.
Conclusiones.-
- Esto me ha gustado y voy a continuar. La larga distancia engancha y ahora que lo he probado ha quedado confirmado.
- No me tengo que dejarme llevar por el "postureo pro" y hacer caso a mis necesidades, si yo necesito más espacio con una bolsa, la llevaré sin complejos. Resulta muy incómodo llevar los bolsillos repletos de comida, cartera, llaves, teléfono, cartilla y cada vez que paras para algo rebuscar entre todo y no encontrar lo que buscas.
- Con el tema de alimentación y bebida he acertado. Lleve un bidón de 1 litro de agua que reposté completo sin acabar (consumiría 1.5 litros). A parte tomé una bebida energética de 25ml y una Coca Cola de 33ml. Desayuné café y dos pasteles con pasas antes de la prueba y durante ésta consumí dos barritas de cereales con chocolate, tres pastelitos de cabello de Angel y un preparado rápido de fruta. No fui justo nunca y no tuve la sensación de vacio. Cuando llegué y entregué la cartilla monte la bici y conduje dos horas hasta llegar a casa sin problemas.
- Me parece necesario un gps. Lo del rutómetro es importante llevarlo, pero resulta complicado orientarse en zonas muy urbanas donde hay muchas direcciones.
- Llevé un chubasquero que aunque no había pronostico de lluvia lo llevé y fue una tontería cargar con él. El resto de la ropa bien. Mi sillín Brooks hizo su papel como siempre y la ruta fue una alegría.
- El desarrollo 48-34 y cassette 12-32 me ha ido de lujo, permitiendo un pedaleo cómodo y ágil.
- Del grupo que íbamos, Domingo había terminado la Paris-Brest-Paris y era un gusto ver como rodaba, siempre a ritmo. Me quedo con eso, mantener un ritmo constante y cómodo y no apurar en las subidas.
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